Efectivamente, donde hay agua hay vida, pero ojo con el agua de riego.

Nuestras plantas necesitan agua para crecer y a menudo esta puede suponer un grave problema.

¿Porqué el agua de riego puede ser un problema para la planta?

Si la cantidad de cal en el agua es muy abundante, estaremos generando un cocktail dañino dentro de la tierra de las plantas.

Cuando el agua con la que regamos, lleva demasiados elementos minerales o tóxicos, como el cloro que se utiliza para desinfectar o la propia cal, se originan sustancias que afectan a la salud del sustrato, luego absorvido por las raices.

¿Cómo conseguir agua de riego saludable para la planta?

Muy sencillo, evita regar con agua directa del grifo, si sabes que va con un alto nivel de cal y demás sustancias químicas. Puedes añadirle a dicha agua en una regadera o depósito una pastillita antical o dejarla reposar durante unas horas para que el cloro se evapore por completo.

Otra opción, más complicada, es dejar recipientes al exterior que puedan recoger agua de lluvia, totalmente limpia de productos químicos.